Casi todas las marcas de camisas vaqueras para mujer han producido alguna versión de una camisa de mezclilla, y para conseguir una camisa de mezclilla bien hecha, debes dominar la habilidad de identificar lo bueno de lo malo.
Una camisa de mezclilla occidental debe sentirse un poco áspera e incluso puede tener una textura ligeramente peluda. Deberías sentir algo de peso cuando lo quites de la percha. Si es mezclilla gruesa, es posible que se sienta tan rígida como el cartón la primera vez que te la pongas.
Para una experiencia de camisa de vaca cruda verdaderamente pesada, busque 10 onzas o más. Si desea usarlo en un clima más cálido, algo liviano de menos de 9 onzas podría quedarle mejor, pero esto le impedirá obtener esos hermosos tonos que quizás desee.
En el caso de las camisas de mezclilla, cualquier peso de más de 11 a 12 onzas se considera pesado. Si tienes la paciencia suficiente para acostumbrarte durante el largo período de adaptación, la caída del color será espectacular, pero el proceso es doloroso. Las camisas crudas y pesadas parecen rígidas al principio. Intenta imaginar cómo se verá después de haberla usado varias veces. Intenta imaginar cómo se verá la camisa a medida que la mezclilla se vuelva más suave.
Al igual que con los jeans, cuantas más veces hagas este proceso, mejor podrás predecir cómo se sentirá y te quedará una camisa nueva después de probártela. Si desea asegurarse de que esta camisa se convierta en una obra maestra descolorida, nuestro consejo es que preste atención a los siguientes parámetros desde el momento de la compra.
Qué buscar en una camisa vaquera bien confeccionada:
100% algodón (cuidado que no sea elástico)
El orillo es un signo de los tiempos, pero no es obligatorio
Color sólido (lavable)
Un lavado (máximo)
Pesado (10 oz. + mejor desvanecimiento)
Profundidad de color (diferencia entre urdimbre oscura y trama clara)
forma clásica
Si vas a combinarlo con una camisa vaquera gruesa del oeste, la construcción debe ser absolutamente a prueba de bombas. La mezclilla más ligera será relativamente suave, mientras que la mezclilla más pesada será más rígida. Las telas pesadas tienen más probabilidades de arrugarse cuando se frotan y doblan (y se desvanecen maravillosamente), mientras que las telas más livianas recibirán un golpe y se adaptarán a la presión y la tensión.
Cuando la mezclilla pesada se somete a una fuerza externa, se producirá una enorme tensión en la tela y en los puntos de tensión de las costuras principales y los bolsillos, por lo que es más probable que la mezclilla pesada se rompa en las costuras que la mezclilla ligera.
Entonces, cuando decimos bien hecho, no nos referimos sólo al peso de la tela, también debemos prestar atención a las costuras, especialmente a las partes que soportan tensiones. Las costuras planas en las costuras laterales son imprescindibles y las costuras planas alrededor de las mangas y las sisas son una buena opción.
La costura doble o triple del york es común en productos bien hechos, pero no es obligatoria. Hay algunas camisas que se inclinan en una dirección conservadora, por lo que el fabricante solo opta por una hilera de costuras en York. Esto no es de ninguna manera una señal de una mala camiseta, solo una elección de diseño.
Todos los puntos deben quedar muy apretados. Tira un poco de las costuras, si ves costuras sueltas no compres. Por supuesto, también debes prestar atención a los detalles y la durabilidad del hardware: aquí te explicamos cómo identificar la calidad de tus botones.