La lencería mujer es ropa que se lleva pegada al cuerpo.
La lencería mujer sirve para abrigarse y a veces se considera un símbolo sexual.
Los corsés surgieron en la época de los romanos.
En el siglo XVI también había corsés de hierro y madera, y las mujeres de aquella época podían considerarse físicamente impenetrables.
Hasta las Cruzadas, con el desarrollo del uso de la tecnología textil.
A finales del siglo XVI, la moda de la ballena, el alambre de acero y el ratán empezaron a utilizarse para fabricar corsés.
En el siglo XVI y los años 30, las armas de la moda de la época eran las ligas, corsés con soportes para la falda.
Es evidente que los occidentales concedían gran importancia a la ropa interior.
Su función no era sólo cubrir el cuerpo y mantenerlo caliente, sino también moldear las curvas del cuerpo.
El diseño de la ropa interior era también muy complicado, y se podía tardar horas en ponerse una sola prenda.
En la época imperial (1804-1825), el corsé se había simplificado.
El periodo de Basseterre
Durante el periodo de Bassel (1870-1890), la lencería se fabricaba cada vez con más belleza.
El encaje, la seda y el tul se utilizaban al máximo, pero la exigencia de moldear el cuerpo en la ropa interior se había desvanecido.
Porque se descubrió que el hilo de trama de los corsés era perjudicial para las vías respiratorias humanas.
En 1900, Salotto presentó el corsé sanitario. En 1907, el corsé se aflojó aún más para la cintura.
En 1910, la ropa interior se colocaba 10-40 cm más larga que por debajo de la línea de la cadera.
Con el uso generalizado de tejidos elásticos en la ropa, la ropa interior se hizo cada vez más cómoda y fácil de llevar.
En la década de 1940 se popularizaron los sujetadores sin tirantes.
Años 50 y 60
—La era de la belleza femenina.
Tacones altos, cinturas finas, vientres planos y caderas redondeadas eran las señas de identidad de la belleza femenina.
Aparecen la ropa interior ajustada y los sujetadores modeladores, estos últimos predecesores de los actuales sujetadores que realzan el pecho.
Años 70
—La “Edad Media” de la lencería femenina.
Se quemó el sujetador, no había maquillaje femenino y todo se hacía para que pareciera de hombre. Lo sencillo, cómodo y práctico se convirtió en la norma.
Sencillo, cómodo y práctico se convirtieron en las pautas básicas de la ropa interior femenina. La ropa interior de una sola pieza “Body” se convirtió en la moda de la generación.
Los 80
—La era de la belleza femenina.
Los 80 fueron un periodo de transición entre la autoliberación y el autorreconocimiento de la mujer.
La gente buscaba la autoafirmación y la autoestima, y la sociedad se volvió más personalizada.
La belleza de la mujer fue realmente aceptada por la gente, lo que desencadenó un gran aumento del consumo de lencería, cuyo diseño se restauró y amplió. Los diseños se volvieron más atrevidos y reveladores.
Los diseños se volvieron más atrevidos y reveladores, haciendo más bellas a las mujeres.
Años 90
—La era de la “segunda piel”.
Con la constante actualización de los tejidos de lencería, la gente busca cada vez más productos de nueva tecnología, y los productos de simple algodón dejan de ser demandados. Microfibra” (microfibra), que es universalmente conocida como la “segunda piel” de la tela, en la historia de la ropa interior femenina para crear otro brillante.
Hoy en día, la gente moderna no sólo presta atención a la sensación seductora que aporta la ropa interior, sino que también presta más atención a su cuidado de la salud, al modelado de la forma física, que es el tema principal de la moda.